Bernardita Crespo, Directora Colegio Patagonia:
El equipo de nuestro colegio -que en marzo del 2019 abre sus puertas en Coyhaique- es liderado por la Directora Bernardita Crespo, socióloga que lleva más de diez años viviendo en la región de Aysén. En esta entrevista comparte su visión sobre el impacto y la relevancia de formar niños y jóvenes en el contexto de la enseñanza para la comprensión y en un territorio como la Patagonia.
Pensando en los niños que serán futuros alumnos del Colegio Patagonia, ¿cuáles consideras que son los principales beneficios de educar en un entorno territorial y cultural como la Patagonia?
Quienes optamos por vivir en la región de Aysén, lo hacemos principalmente por un tema familiar, por la posibilidad de formar niños en un contexto privilegiado por el permanente contacto con la naturaleza, porque aquí el ritmo de la vida corre según las estaciones del año y porque todo se da a una escala pequeña, lo que impacta positivamente en la calidad de vida de las familias. Es una región que también tiene el plus de estar lejos del consumismo de las grandes ciudades, y que al mismo tiempo tiene una gran riqueza cultural y patrimonial, que tenemos que potenciar.
En ese escenario, el trabajo que estamos haciendo en el Colegio Patagonia es entregar una educación basada en las fortalezas de nuestra vida en Aysén, y donde los niños valoren estos beneficios, como por ejemplo tener a la mano ríos, lagos, glaciares y parques nacionales para salir a descubrir, que los niños conozcan su región y sean embajadores del lugar donde viven. Es una responsabilidad de los papás, pero también del colegio, generando que las asignaturas sean acorde al contexto local. Si vamos a estudiar plantas, que haya un guiño a la flora y fauna local, que haya una salida educativa donde puedan reconocer la biodiversidad en vivo. Esto genera una mayor motivación en los niños, les hace sentido y finalmente genera que se sientan atraídos hacia la asignatura y la unidad de estudio.
También hay una responsabilidad en el deporte, que utilicemos los recursos que nos ofrece la región, como el centro de esquí que está a cuarenta minutos o la posibilidad de salir a pescar en verano. Se pueden hacer muchas cosas, el desafío está en contar con un equipo de profesores abierto a esos cambios, es más fácil tener un calendario inamovible y tener pruebas cada dos semanas, pero nuestra visión es contextualizar la educación y darle una vuelta a la realidad local.
¿Cómo impacta en los niños ser formados en el contexto de “la enseñanza para la comprensión”?
El nombre de la metodología lo dice todo. El enfoque está puesto en que los niños comprendan lo que aprenden, y no que memoricen contenidos, se sepan las tablas o se saquen buenas notas. Al desarrollar en los niños la comprensión, a ellos les hace sentido el contenido de cada clase y se sienten atraídos e interesados hacia diferentes asignaturas.
También es importante conocer sus intereses particulares y poder potenciarlos. Si uno se da cuenta que el niño se siente atraído por el tema del espacio y los planetas, naturalmente va a empezar a pedir información sobre eso y el profesor o profesora tiene que tener las herramientas para encausar esa búsqueda. Así se va generando un espacio propicio para que el niño desarrolle sus intereses específicos. Es algo clave hoy en día, cuando se vive una masificación de todo y donde a todos nos tiene que gustar lo mismo. Entonces, es sumamente importante ir buscando identidad en los niños, ir desarrollando en cada uno sus gustos e intereses los cuales no necesariamente tienen que ser los mismos que los del compañero.
En cuanto a la metodología, estamos apuntando con todo esto a desarrollar las habilidades del siglo XXI. Si un niño llega a cuarto medio desarrollando la autonomía, la capacidad de crítica, de saber buscar y obtener información, de comunicarse bien, manejando las tecnologías, habiendo participado en obras de teatro y en otros espacios artísticos, ese niño va a llegar a la educación superior con ventajas comparativas mucho mayores que otros que tuvieron sólo se vieron enfrentados a pruebas y a ser medido según su puntaje en el Simce. Las habilidades del siglo XXI son las habilidades que se están exigiendo hoy en el mundo laboral y en todos los planos de la vida, y es responsabilidad del colegio desarrollarlas desde la etapa pre-escolar.
3/ ¿Qué significa que los estudiantes sean protagonistas de su aprendizaje? ¿De qué forma concreta van a lograr este cambio de paradigma en la sala de clases?
Que los niños sean protagonistas de su aprendizaje significa que el profesor ya no es el sabelotodo que entrega la información como un paquete cerrado que el niño tiene que recibir y abrir. El profesor ahora es un facilitador de información y utiliza los conocimientos previos que tienen los estudiantes sobre diversos temas. Si yo a una niña de cinco años le pregunto que sabe de los dinosaurios, seguro sabe muchísimo; y eso ya genera una entrada distinta al tema. Por eso es importante que antes de comenzar una clase, el profesor investigue qué es lo que se sabe y eso tomarlo en cuenta para el aprendizaje. De esta manera, al ser un facilitador, el alumno es el protagonista, es una persona activa en el aprendizaje, sabe cómo va a ser evaluado, tiene claras las metas y tiene el espacio para tomar decisiones.
Esto se traduce en los centros de aprendizaje. Por ejemplo en el área de matemáticas, no hay una profesora instalada explicándole al niño, sino que se le introduce en forma genérica lo que hay que hacer, obviamente depende de la edad, algunos más profundos otros menos, pero el niño interactúa solo con el material y con sus compañeros.
Cuando son más grandes, pasan de los centros de aprendizaje a trabajar en base a proyectos. Las salas se implementan para el trabajo colaborativo, y desde tercero básico a cuarto medio se sientan en mesas grupales. Ellos preparan, desarrollan y exponen sus proyectos, hacen todo el trabajo y los profesores son los guías, dejan de ser el centro del conocimiento.
4/ ¿De qué manera la propuesta educativa del Colegio se ajusta al desarrollo de habilidades y competencias que requieren los niños en los tiempos actuales?
Es un mundo multicultural, diverso y dinámico como el que vivimos, es fundamental que los niños tengan su propia opinión respecto a lo que está pasando en la región, en Chile y en el mundo entero. Si a un alumno de tercero medio del Colegio Patagonia, alguien le pregunta qué opina sobre los proyectos mineros que se instalarán en Chile Chico, tiene que tener una opinión. En ese sentido, el Colegio es responsable de generar debates, por ejemplo traer un ambientalista y un representante de la empresa, y que el niño tenga la capacidad de decidir su postura. Es cultura cívica y se relaciona con la capacidad de crítica, algo que se va formando desde pequeños y que debe trabajarse en forma compartida con los papás.
Es un aporte tan grande lo que se puede hacer desde una comunidad escolar y justamente comienza con el perfil de alumno que uno define como colegio. Nosotros pensamos que un ex alumno del colegio Patagonia, será un niño que tenga opinión, que esté arraigado y comprometido con la región de Aysén, que si se tiene que ir sea un gran embajador de la región y que si tiene que volver, lo haga con toda la felicidad del mundo. Un niño que tiene un contacto constante con la naturaleza y una conexión importante con su espiritualidad, desarrollada desde los primeros años en el colegio.